Hoy no podía dejar pasar esta noticia: el mítico ZX Spectrum Sinclair, cumple 30 años y me ha venido a la cabeza el recuerdo del día que compré mi primer ordenador.Si eres programador, amante o aficionado de los ordenadores seguro que recuerdas aquel momento especial como lo recuerdo yo.
Mi historia fué muy sencilla nada especial pero supuso un giro 180º en mi vida. Mi padre empleado del Banco Central y "experto" en la materia fué el precursor de todo, mis hermanos no quisiseron perderselo tampoco y allí aparecimos en la tienda a comprar nuestro primero ordenador a un precio de 22.000 pesetas.
Al llegar a casa, lo primero fué conectarlo a aquel flamante televisor en color del salón y error no funcionaba, bloqueado, un pantallazo (blanco) fué mi primera experiencia informática. Al día siguiente a primera hora volvimos a la tienda a por otro que estuviera en condiciones y desde entonces hasta el día de hoy no he vuelto a separarme de ellos....
<Load "" + Enter> fué el primer comando que aprendí a teclear se utilizaba para cargar desde el casete de audio los 16.000 juegos que se crearon para él.
Los domingos, al Rastro de Madrid a comprar los juegos de Javier El Pirata: Comando, Green Beret, Back to school, Sabotaje.... ¡que barvaridad!.
El ZX Spectrum, fue uno de los clásicos más vendidos en Europa y en Estados Unidos durante la década de los 80 y principios de los 90, alcanzando los 20.000 títulos de software de los que la inmensa mayoría eran juegos.
El ZX Spectrum estaba basado en el microprocesador Zilog Z80A a 3,5 MHz, se comercializaba en potentes versiones con 16 y 48 kB de memoria RAM (16KB de ROM), incluía un intérprete del lenguaje BASIC y un sistema de almacenamiento en cinta de casete de audio. Además, integraba un teclado de caucho con 40 teclas que funcionaba oprimiendo dos membranas con pistas conductoras capaces de detectar las presión y que dieron algún que otro problemas de desgaste (en mi caso la tecla J fué la primera que se estropeó)
Otras de sus especificaciones más notables era su sistema de vídeo con el que se mostraba una matriz de 256 x 192 píxeles con 15 colores en sólo 6,75 kB de memoria. Y, sobre todo, era sensiblemente más barato que su gran rival, el Commodore 64
No quiero terminar este artículo sin hacer un homenaje muy especial a mis padres y hermanos, que me dieron la oportunidad de acceder a mi primer ordenador (los ratitos que que me dejaban) y por inculcarme esa pasión que finalmente desembocó en un estilo de vida y una profesión. Allí donde estés papá, seguro me estarás viendo, mamá os doy las GRACIAS.
Entrada publicada por Alberto Vilches
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