Del posicionamiento web a la visibilidad social

El posicionamiento web ha cambiado mucho en los últimos dos años, y mucho más tiene que cambiar en los próximos, dada la cantidad de empresas a nivel global que ya están en internet ofreciendo sus productos y servicios. Seamos sinceros, estar en la primera página de resultados de Google es una golosina que todos quieren catar. Pero no es tan fácil.

En estos momentos, hablar de posicionamiento web como algo específico no sería acertado, más aún cuando se ha vuelto tan global y amplio que es más fácil definirlo como “visibilidad“, ya que solo una estrategia global en diversas áreas puede generar resultados “naturales” del tipo que le gustan a Google.

Ya desde hace muchos años, los tres aspectos fundamentales que google ha ponderado sobre todos los demás (y hay muchos) para su Page Rank siguen siendo los mismos: contenido único y original, Backlinks de calidad y presencia en los medios y redes sociales. Y es sobre estos aspectos donde su algoritmo está trabajando cada vez más específicamente.

En el 2011, Panda se diseñó para intentar premiar o castigar el contenido (en todos sus matices) y así premiar a quienes generaran contenido de calidad. En el 2012, su Pinguin ha trabajado con más fuerza que nunca sobre los enlaces y Backlinks que las páginas pueden y deben tener, penalizando entre otros aspectos y quizás con demasiada dureza la compra-venta de enlaces.

Queda así muy claro hacia donde quiere Google que se dirija todo el enfoque empresarial del posicionamiento: hacia la naturalidad, hacia los usuarios, que realmente somos los que entramos en las webs y decidimos si son buenas o no. En esto, y en todo lo que le rodea.

Porque la globalidad del posicionamiento hace que este deba considerarse “visibilidad” debido a todas las áreas que toca. En la parte web, la estructura de los contenidos, la calidad y la originalidad de estos, así como la propia usabilidad, influyen definitivamente en el interés del usuario por el sitio: páginas por visita, porcentaje de rebote y tiempo en el sitio, son factores que definen la calidad de un sitio.

Adecuar la web al SEO, especialmente las meta-etiquetas Tittle, Description y Keywords, mejoran la percepción del usuario y, si está bien hechos, ayudan a aparecer antes en las primeras posiciones de los resultados de búsqueda. Lo mismo que la geolocalización, ya sea en Google Maps (obligado estar aquí) o en Foursquare, sobre todo si tenemos un negocio local.

En la parte multimedia, tener un canal en Youtube (y/o en otras plataformas) con el mismo nombre de la empresa, donde se alojen videos corporativos bien adaptados al SEO y que estén redirigidos y presentes en la web, mejorará el posicionamiento. Y lo mismo, si las fotos están en Flickr u otros medios.

Generar una buena imagen de marca así como reputación online también fomenta el auge de visitas y con ello las posibilidades de mejorar el Page Rank, lo mismo que un blog con contenido de calidad, que esté redistribuido por la red en agregadores de contenido, marcadores sociales, etc…

Las redes sociales, fundamentales, sobre todo si estamos presentes en Google+. Facebook y Twitter y quizás Pinterest e Instagram otorgan (bien llevados) más notoriedad y seguidores (potenciales) a las empresas, aunque está claro, hay que trabajarlos mucho.

En función de todo esto y mucho más, se aprecia que el posicionamiento no es ya algo aislado, sino la suma de múltiples variables que definen la estrategia online de la empresa y que debe ser cuidada con mucho mimo.

¿Y hacia donde evolucionará el posicionamiento?… pues rumores aparte, no parece haber muchas dudas. Cada vez más esfuerzo desde Google en fomentar la “naturalidad” y sobre todo en dar cada vez mayor peso de los enlaces o Backlinks externos para definir el “contenido de calidad” de los sitios web. Así pues, queda claro que los usuarios tenemos el poder de subir o bajar a una empresa de la página principal de resultados tan solo con nuestras decisiones… de forma inocente, le decimos a Google quien es mejor y quien peor..