Se cree que el presidente estadounidense Dwight D. Eisenhower dijo una vez: "Las decisiones más urgentes rara vez son las más importantes". Eisenhower se consideraba un experto de la gestión del tiempo y estaba convencido de que tenía la capacidad de hacerlo todo cuando debía hacerse. Con el método Eisenhower, aprenderemos a diferenciar entre lo que es más importante y lo que es urgente.
Sea cual sea la tarea que tengamos que
realizar, hay que empezar por desglosarla según este método y luego decidir cómo
proceder. A menudo nos obcecamos en el campo de lo "urgente e importante", en
las cosas que debemos tratar de inmediato. Nos debemos preguntar: ¿Cuándo me
ocuparé de las cosas que son importantes pero no urgentes? ¿Cuándo buscaré
tiempo para ocuparme de las tareas importantes antes de que éstas se conviertan
en urgentes? Estamos en el terreno de las decisiones estratégicas a largo plazo.
Otro método para organizar mejor el tiempo se
atribuye al multimillonario Warren
Buffett. Se trata de hacer una
lista con todo lo que uno quiera hacer un día determinado. Se empieza con
la primera tarea de la lista y sólo se puede pasar a la siguiente una vez
terminada la primera. Cuando terminamos una, la tachamos.
"Más vale tarde que nunca. Pero es
mejor que nunca sea tarde".
Fuente: El pequeño libro de las grandes decisiones